El periodista de 28 años murió el día de ayer tras un bombardeo directo contra la tienda de campaña en la que se quedaba mientras hacía su labor

Entre los escombros de una escuela atacada, en los hospitales abarrotados de pacientes, en funerales, entre niños desnutridos... a todos esos lugares e historias llegaba el incansable reportero Anas al Sharif de la cadena Al Jazeera, quien, desde el inicio de la ofensiva israelí, tuvo claro cuál iba a ser su misión: narrar y mostrar al mundo el horror de su Gaza, su tierra.

Lo hizo sin descanso y con constantes amenazas de Israel desde hacía más de un año acusado, sin pruebas sólidas ni verificables, de ser miembro del brazo armado Hamas. Ayer, poco antes de la medianoche, esas amenazas se materializaron. El Ejército israelí le arrebató la vid

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