La singularidad y la riqueza de la comarca caracterizan una despensa de origen ancestral, que combina la agricultura de secano de su finca familiar centenaria (algarrobos, almendros, higueras…) con carnes autóctonas (como el chato murciano o el cordero del Parque Regional de Calblanque) y con la tradición pesquera del que fue uno de los principales puertos comerciales de la antigüedad. Nos lo cuenta María Gómez, propietaria y cocinera de Magoga (restaurantemagoga.com), donde sirve el menú Ánima (120 euros más 90 del maridaje) y Hábitat (90, más 60 de los vinos. También responsable de Mi Mare (mimarecartagena.com), señala que «esta temporada, nuestra cocina es muy fresca. Al encontrarnos en la costa, apostamos por los pescados (atún, bonito, San Pedro…), el marisco (quisquillas...), los veg
Dónde hace check in María Gómez García... En la Fortaleza, donde siempre disfruta del pisto cartagenero, y en El Camarote de la Martinique, del tan emblemático caldero

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