En el 4to Distrito del Congreso de los EE.UU. en Nueva York (NY-4), la relación entre el Partido Demócrata y la comunidad latina parece seguir un patrón, que amenaza con costarle al partido mucho más que un escaño: costarle credibilidad.

José Oquendo Sánchez

El 2022, el acercamiento llegó tarde y en entornos cerrados, como casas particulares o iglesias, y con mensajes que dejaban fuera a buena parte de la comunidad. El 2024, la historia se repitió: el partido esperó a última hora para traer a congresistas como Adriano Espaillat y Nydia Velázquez a reuniones casi privadas, como si la política de proximidad fuera un acto de invitación selecta y no un esfuerzo de apertura amplia.

Yo participé más activamente en 2024, pero el panorama no fue alentador. Nos hablaron casi exclusivamente de in

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