"No existía ningún indicio que hiciera presagiar el trágico suceso. Fue un suceso escasamente previsible ". Es la conclusión de la investigación interna abierta por Instituciones Penitenciarias tras el cuarto crimen perpetrado por Dilawar Hussain Fazal .
El pakistaní llevaba solo 22 días en la prisión de Estremera (Madrid) , acusado de asesinar y quemar los cadáveres de tres hermanos ancianos en la localidad madrileña de Morata de Tajuña, cuando la madrugada del 15 de febrero de 2024 volvió a matar. Su última víctima, un búlgaro llamado Ángel Asenov , no tuvo ninguna posibilidad de defenderse o de pedir ayuda. Dilawar lo atacó, golpeándole en la cabeza con una pesa de dos kilos y medio que había sido robada del gimnasio de la cárcel, en la celda número 1, de apenas 10