La junta militar que gobierna Mali desde el golpe de Estado de 2021 hace equilibrios para mantener el poder. Tras prometer que el golpe daría paso a un gobierno de transición que celebraría elecciones dos años más tarde , ese tiempo de transición se prolongó, y se volvió a prolongar, y se prolongó de nuevo.
Entre abril y julio de 2024, los partidos políticos fueron suspendidos; en mayo de 2025, fueron disueltos de forma definitiva. Y fue en junio de 2025 cuando el Consejo de Ministros aprobó un proyecto de ley que otorgaba a Assimi Goïta un mandato presidencial renovable de cinco años, comenzando en 2025. Goïta, que inició su presidencia como coronel y que se ascendió a general en octubre de 2024.
La deriva autoritaria en Mali, como es de suponer, ha generado protestas en los últimos