Por Héctor González
Apenas el dos por ciento de las personas que se desnucan sobreviven, una de ellas es Verónica Ortiz Lawrenz (Ciudad de México, 1950). Hace cuatro años cayó de un escalón y su cabeza quedó colgando tras estrellarse con una pared de cemento. Contra todo pronóstico, la periodista sobrevivió y ha conseguido salir adelante.
La ruta de su recuperación es parte de lo que podemos leer en No hay plegarias para los descabezados (Fondo de Cultura Económica), un poemario escrito desde la supervivencia y el amor por la vida, pero también trazado desde la introspección de quien sabe que tras el accidente no se puede volver a ser la misma persona.
Te conocía como periodista y novelista, pero no tu faceta poética.
Hace años publiqué un libro de poesía, Abecedario de culpas