Lo que debía ser un vuelo sencillo terminó en momentos de tensión para los pasajeros del trayecto Mazatlán–Chihuahua. Primero, el avión presentó fallas técnicas en tierra y no encendía, lo que obligó a esperar más de una hora sin aire acondicionado mientras traían una planta externa.
Ya en el aire, al llegar a destino, el piloto abortó bruscamente el aterrizaje por un problema en la pista, lo que generó pánico entre los pasajeros. Aunque el vuelo concluyó sin daños, la experiencia dejó en evidencia la falta de mantenimiento en algunas aerolíneas y la preocupante situación operativa en ciertos aeropuertos.
“Cuando el avión no encendía nos dijeron que era normal, y cuando abortaron el aterrizaje también. La gente se reía de nervios, pero en el fondo todos estábamos asustados”, relató uno d