El calor extremo está causando estragos en muchas partes de España y las muertes asociadas a esta situación superan ya las 1.700. Sin embargo, la provincia de Cuenca consigue por ahora mantenerse al margen de esta negra estadística pese a las elevadas temperaturas.
Mientras que el sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III observaba hasta ayer 1.783 muertes atribuibles a las temperaturas en todo el territorio nacional durante el periodo estival, en el caso de Cuenca no contabiliza ninguna por ahora.
Cuenca es la única provincia de Castilla-La Mancha que no contabiliza durante el verano muertes que se atribuyan al sofocante calor. Sin embargo, las elevadas temperaturas se cobraron ya en la región la vida de 135 personas.