Quienes viven en Madrid o la han visitado en más de una ocasión lo saben bien. La capital cuenta con la gastronomía más variada. En cada barrio, cada esquina, hay un bar, una taberna o un restaurante que parece prometer la comida de tu vida. El problema es que, entre tanta oferta gastronómica, no siempre es fácil dar con ese sitio que lo tenga todo: platos que conquisten, precios que no asusten y un trato que te haga sentir en casa. Para descubrirlo, a veces conviene fiarse de quienes mejor conocen la ciudad. Y ahí, los taxistas pueden convertirse en nuestro mejor aliado. El porqué, está claro: recorren todas las, escuchan historias, y saben de primera mano dónde merece la pena sentarse a la mesa.

Uno de ellos es José Luis Alonso , que lleva media vida al volante y todavía disfruta recomendando sitios a sus pasajeros. No necesita pensarlo mucho cuando le preguntan dónde comer bien y barato: su respuesta es inmediata, Cilindro . A él no le seducen las zonas de moda ni los restaurantes que viven de la foto de Instagram; él prefiere lugares auténticos, de esos que te conquistan desde el primer bocado.

Su recomendación no es fruto del azar. En su trayectoria, ha probado muchos lugares, ha escuchado incontables opiniones y, con el tiempo, ha afinado su criterio hasta quedarse con un concepto muy concreto. De ahí que cuando en el programa de La Ser, ‘¿Cómo comes?’ , le preguntaron por el mejor restaurante de Madrid , él haya recomendado Cilindro y además ha dejado claro que es «bastante bueno en eso» de recomendar sitios para comer.

El restaurante de Madrid que recomienda un taxista

Lejos de los restaurantes más transitados del centro, Cilindro se ubica en el número 83 de la calle Don Ramón de la Cruz, en pleno barrio de Salamanca. A simple vista, su fachada no busca llamar la atención con luces ni carteles exagerados. El verdadero atractivo está al cruzar la puerta, donde se descubre un ambiente cálido, con mesas bien dispuestas y una decoración que transmite cercanía más que sofisticación artificial.

Su propuesta gastronómica se apoya en la cocina fusión, con raíces latinoamericanas , especialmente peruanas , pero sin cerrarse a influencias internacionales. En la carta conviven platos inspirados en la tradición criolla con guiños a la cocina nikkei , creando combinaciones que sorprenden sin caer en lo extravagante. El resultado es una experiencia equilibrada, donde cada receta parece pensada para disfrutar sin prisas y con todos los sentidos.

 

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Una carta que conquista sin pretensiones

En Cilindro , cada plato se prepara con mimo y sin atajos. No es un restaurante que viva del marketing o de las redes sociales, sino del boca a boca. Y ese detalle se percibe en el sabor. Desde ceviches frescos y vibrantes hasta carnes tiernas con salsas intensas, la carta ofrece opciones para todo tipo de paladares. Incluso los entrantes tienen personalidad, y se nota el cuidado en la selección de productos.

Uno de los aspectos que más destaca José Luis, y que coincide con la opinión de muchos clientes habituales, es que aquí la creatividad no va reñida con la autenticidad. La cocina es innovadora, sí, pero siempre con los pies en la tierra. De este modo, no vamos a encontrar ingredientes que parezcan puestos sólo para impresionar, sino para aportar sabor y coherencia al plato.

Precios que marcan la diferencia

En Madrid no es raro encontrar restaurantes que cobran más por la ubicación que por la calidad. Sin embargo, Cilindro rompe con esa tendencia. Ofrece menús y platos a precios razonables, lo que permite disfrutar de una comida completa sin temer el momento de pedir la cuenta.

Además, el local mantiene un nivel de servicio que sorprende gratamente. El personal es atento y está dispuesto a explicar cada plato o recomendar maridajes. Esa mezcla de atención al detalle y precios ajustados es lo que, en palabras de José Luis, hace que siempre lo tenga en mente cuando un cliente le pide consejo.

Por qué los taxistas son buenos críticos gastronómicos

La elección de Cilindro por parte de José Luis también habla de algo más amplio: el papel de los taxistas como prescriptores gastronómicos en ciudades grandes. Está claro que al llevar a gente de un lado a otro, escuchan las opiniones de todo tipo de clientes, conocen los barrios más allá de lo turístico y saben distinguir entre modas pasajeras y lugares que realmente valen la pena.

En ese sentido, su recomendación no es sólo  personal, sino también el resultado de años de escuchar lo que se dice y filtrar la información que le llega.

Entonces, ahora ya lo sabes, si deseas comer bien en Madrid sin pagar precios desorbitados y disfrutar de una cocina fusión honesta y sabrosa, ya sabes dónde apuntar: Cilindro. Quizá no esté en todas las guías, pero para quienes conocen la ciudad a fondo, es uno de esos restaurantes que bien merece la visita.