XOÁN CARLOS GIL

Las manchas le aparecieron de niña, pero nunca intentó cubrirlas. Hoy, desde su experiencia personal, la joven apuesta por hablar de su condición con naturalidad 12 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

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A los once años, Carla García empezó a notar manchas blancas en la comisura de los labios. Con el tiempo, se extendieron a sus manos, rodillas, pies y rostro. El diagnóstico fue claro: vitíligo. La respuesta médica, en cambio, no tanto. «Lo primero que hice, obviamente, fue ir al dermatólogo, pero en aquellos años tampoco se sabía mucho», recuerda. Lo que sí tuvo claro desde el principio fue cómo enfrentarlo: sin miedo, sin ocultarse y sin dejar que su piel marcara su forma de estar en el mundo.

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