Un grupo de investigación de la Universidad de Oviedo , adscrito al Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA), lidera un estudio internacional en el que se describe cómo el músculo esquelético libera a la sangre pequeñas moléculas, llamadas microRNA, que le permiten comunicarse con otros tejidos cuando hacemos ejercicio. Este estudio pone de manifiesto la importancia del microRNA miR-29a-3p como una molécula clave que mejora la adaptación del organismo al ejercicio de fuerza. La investigación abre la puerta a nuevas vías para entender cómo el entrenamiento físico, particularmente el ejercicio de fuerza, impacta en la salud.
Según explica la Universidad de Oviedo en una nota de prensa difundida este martes, cuando una persona hace ejercicio, ya sea corriendo