Un brote de listeriosis ha sido confirmado en Argentina, vinculado al consumo de un queso criollo de producción industrial de baja escala. Esta enfermedad, causada por la bacteria Listeria monocytogenes, se ha relacionado con varios casos de infección en el país. El Ministerio de Salud de la Nación ha emitido un informe donde se destaca que, por primera vez, se ha establecido un nexo entre casos humanos de listeriosis y una fuente común identificada mediante análisis genómicos.
La listeriosis es una enfermedad poco común pero grave, con una alta tasa de mortalidad. Los síntomas pueden variar desde fiebre, dolor de cabeza y malestar estomacal, hasta complicaciones más severas como meningitis y septicemia, especialmente en grupos de riesgo como embarazadas, recién nacidos y personas inmunocomprometidas. El período de incubación puede oscilar entre 12 horas y dos meses, lo que dificulta la identificación de la fuente de contagio.
Los primeros casos de listeriosis en Argentina se registraron entre finales de 2024 y principios de 2025, afectando a tres jurisdicciones. Las autoridades sanitarias comenzaron una investigación tras detectar los primeros casos en la provincia de Buenos Aires, que luego se extendieron a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Tucumán. Se realizaron entrevistas a los afectados para rastrear los alimentos consumidos antes de la aparición de los síntomas.
De un total de 26 muestras de alimentos analizadas, cinco dieron positivo para Listeria monocytogenes, incluyendo una muestra del queso criollo. Este hallazgo permitió identificar la planta productora del queso como la fuente de la contaminación. Las autoridades han recomendado intensificar las medidas de higiene y control en la producción y consumo de alimentos para prevenir futuros brotes.
Para prevenir la listeriosis, se aconseja mantener una estricta higiene en la manipulación de alimentos, lavar bien las manos y utensilios, y evitar la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocidos. Además, se debe cocinar completamente los alimentos y evitar el consumo de productos lácteos no pasteurizados y embutidos sin cocción previa. Las autoridades sanitarias han enfatizado la importancia de seguir estas recomendaciones, especialmente para las personas más vulnerables.