Agosto trajo la nieve a Villa Pehuenia Moquehue, esa aldea de montaña que parece salida de un cuento, donde los paisajes imponentes se descubren caminando, con calma, a la altura de cada mirada. Aquí no hay apuro: se avanza por sendas entre bosques, se sube a miradores que quitan el aliento y se siente el frío que despierta los sentidos.
Este invierno, la villa presenta una novedad para quienes disfrutan el contacto profundo con la naturaleza: una nueva senda urbana que conecta el Centro Cívico con varios miradores panorámicos sobre el lago Aluminé y la cordillera, pensada para recorrer sin prisa y sin salir del corazón del pueblo. Bancos de madera, iluminación tenue y el silencio de la montaña acompañan cada paso.
Una de las caminatas más recomendadas arranca en la oficina de turis