En la historia de España, hay cárceles que nunca tuvieron rejas. Lugares donde el aislamiento fue más eficaz que los muros de piedra, y el silencio actuó como grillete. Uno de ellos fue El Hierro , la más occidental de utilizada durante más de 150 años como destino de destierro político . Aunque hoy se asocia con la tranquilidad del turismo rural y la belleza de sus paisajes, hubo un tiempo en que en esta ínsula fue escenario de represión, exilio forzoso y olvido.
Lejos de los focos históricos que han visibilizado el papel represivo de otras islas como Fuerteventura, El Hierro permaneció en la penumbra de la memoria colectiva. Sin embargo, desde finales del siglo XVIII hasta bien entrado el franquismo, esta pequeña isla, de apenas 270 km² y escasos medios de comunicación, sirvió com