Los autores de esta columna enfatizan el trabajo que las organizaciones sin fines de lucro realizan en el país y cuyas mediciones debieran ser aprovechadas por el Estado para llegar más rápido y eficientemente a las personas vulnerables. Sostienen que “la Comisión Asesora Presidencial hizo bien su trabajo al transparentar una verdad incómoda: Chile es más pobre de lo que creíamos. El siguiente paso es evitar que esa cifra crezca, y para eso necesitamos algo más que estadísticas: una política social que reconozca el conocimiento territorial de las comunidades, revalorice la acción colectiva y entienda que prevenir pobreza es más justo —y más eficiente— que gestionarla una vez instalada”.

Créditos imagen de portada: Karl Grawe / Agencia Uno

Ni pobre ni seguro: así vive hoy ese 15% a 30% de

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