La acción de detenerse a acariciar a un perro cuando se lo cruza por la calle suele relacionarse con un acto de ternura . Sin embargo, según la psicología, ese acto revela rasgos consistentes en quienes lo realizan , como una necesidad de conexión afectiva , además de generar beneficios para el estado emocional .

Según Investigadores de la Universidad de Florida, quienes estudiaron este comportamiento, descubrieron que quienes sienten esta atracción hacia los perros suelen ser individuos empáticos y emocionales, capaces de ponerse en el lugar del otro.

Por otro lado, el contacto físico con los caninos además produce cambios hormonales beneficiosos como disminuir el cortisol , la hormona del estrés , y aumenta la oxitocina , asociada al bienestar y relajación. Más all

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