El presidente Gustavo Petro y su gobierno no asistirán a las honras fúnebres del senador Miguel Uribe Turbay, quien fue asesinado recientemente. Esta decisión fue comunicada por el ministro del Interior, Armando Benedetti, a través de un comunicado oficial. La familia de Uribe Turbay solicitó que el mandatario y sus representantes no estuvieran presentes en la ceremonia que se llevará a cabo en la Catedral Primada de Bogotá.
Benedetti explicó que desde el lunes, el gobierno ha mantenido contacto con la familia del senador. "Ayer en la tarde le expresé el interés del señor presidente de la República de asistir a las honras fúnebres, a lo cual la familia decidió que era mejor que el presidente ni el Gobierno estuvieran presentes en esos momentos de dolor", afirmó el ministro. La familia consideró que la presencia del presidente podría alterar el ambiente de recogimiento que desean preservar durante la ceremonia.
La misa solemne está programada para este miércoles y se espera la asistencia de amigos, colegas y ciudadanos que admiraban la carrera pública de Uribe Turbay. La seguridad en el centro de Bogotá será reforzada para garantizar el desarrollo pacífico de las exequias.
El asesinato de Miguel Uribe Turbay, de 39 años, ha generado un clima de alta tensión política en Colombia. El senador fue víctima de un atentado el 7 de junio y, tras dos meses en coma, falleció el 11 de agosto. Su muerte ha suscitado reacciones de pesar en diversos sectores políticos, pero también ha evidenciado divisiones en el panorama nacional.
La senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, había expresado previamente su preferencia por que el presidente Petro no asistiera a las honras fúnebres, argumentando que el ambiente estaba caldeado y polarizado.
La decisión de la familia de Uribe Turbay se produce en un contexto de creciente violencia contra líderes políticos en el país. La Fiscalía ha logrado la judicialización de seis personas por el atentado, aunque aún se desconoce con certeza quiénes están detrás del crimen. Las primeras investigaciones apuntan a las disidencias de las Farc como posibles responsables del ataque.