En cada historia de sufrimiento, siempre hay un héroe anónimo que deja su huella por el bien de los suyos. Algunos lograron contar ese hazaña, mientras otros, como Abel Ramos , ya perviven en la memoria de amigos, familiares y vecinos de La Bañeza. No les sonará su nombre porque era eso, un hombre que desde el anonimato quiso combatir contra el incendio extendido desde Molezuelas de la Carballeda hasta la zona de Nogarejas , donde las lenguas de fuego le acorralaron hasta quitarle la vida. Entre conmoción y dolor, León llora su pérdida.

Hace menos de una semana, su figura era una más en el Gran Premio de Velocidad de La Bañeza , donde tanta veces había participado como bandera. Pero no solo por esta razón adquiría relevancia su presencia, sino también por la organización del evento

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