El nuevo Mallorca desprende un curioso aroma procedente del Mar Cantábrico. Si bien el proyecto está todavía a medio cocinar, dos de los tres únicos fichajes que el club ha incorporado hasta el momento tienen una denominación de origen muy representativa. Tanto Pablo Torre como Mateo Joseph forman parte de una de las generaciones más talentosas de la cantera del Racing de Santander. Una camada de jugadores nacidos en 2003 que durante unos años iluminó con su magia los campos de La Albericia y que ahora sirve de inspiración al nuevo proyecto bermellón.

«Eran muy buenos», recuerda Sergio Matabuena , el entrenador de aquellos chavales que asombraron al fútbol cántabro siendo unos críos. Arrasaron en las competiciones regionales del momento, dejaron unos números espectaculares y

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