A cambiar el chip. Después de golear a Unión Española el sábado pasado, por el torneo de Primera División, Universidad de Chile debe poner el foco en la Copa Sudamericana, una competencia que le trae grandes recuerdos. Luego de pasar con holgura su llave ante Guaraní de Paraguay, donde hizo gran parte de la tarea como local, la vara se sube en los octavos de final. Enfrenta a un grande del continente como Independiente de Argentina, el Rey de Copas, un elenco que supo brillar en el concierto internacional y que ahora anhela rememorar glorias del pasado.

A priori, se trata de un desafío mayor para la escuadra de Gustavo Álvarez, por el peso específico de una institución con rica historia. Si bien sus éxitos en la Copa Libertadores son pretéritos (ganó siete, siendo la última en 1984), en l

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