Khayed Hamad no ha querido repetir lo que hicieron sus padres en 1948, cuando optaron por huir de sus tierras en lo que hoy es Israel para salvar el pellejo. Como muchos otros palestinos de Jabalia , el mayor campo de refugiados del norte de Gaza , vivero de gente testaruda, rebelde y orgullosa, ha dejado de acatar órdenes de la ocupación israelí. “ Prefiero morir en mi casa a malvivir en una tienda de campaña en el sur”, dice al otro lado del teléfono. Lo de su casa es un decir porque, desde que comenzara esta guerra hace ahora 100 días, ha cambiado 14 veces de hogar, siempre dos pasos por delante de la muerte. Cada día, sin embargo, le resulta más doloroso salir de casa para encontrar algo que echarse a la boca. “Te encuentras a mucha gente pidiendo que lleva d
Gaza se muere de hambre 100 días después del inicio del asalto israelí
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