La captura de Carlos Fernando Sánchez y Yhon Amia , dos ciudadanos colombianos, desató este martes una ola de declaraciones cruzadas entre Lima y Bogotá. El hecho ocurrió en Santa Rosa , una pequeña isla en la región Loreto ubicada en la frontera tripartita entre Perú, Colombia y Brasil , y terminó con una fuerte acusación del presidente Gustavo Petro , quien calificó la detención como “ilegal” y la describió como “un secuestro”.
La controversia se encendió cuando Petro, a través de su cuenta oficial en X (antes Twitter) , afirmó que “Colombia considera que la isla de Santa Rosa no ha sido adjudicada de acuerdo al Protocolo de Río de Janeiro” , en alusión al tratado de 1942 que definió los límites entre ambos países. La declaración reaviva una discusión que parecía resuelt