El sur de Europa seguía este jueves con su verano infernal, sufriendo una ola de calor que dura ya casi dos semanas e incendios forestales que dejaron un tercer muerto en España.
Las cuadrillas de bomberos en Grecia, España y Portugal intentaron desesperadamente el jueves contener los incendios forestales, aprovechando vientos más calmados que ralentizaron las llamas, incluso cuando gran parte del sur de Europa permanecía en alto riesgo por condiciones de calor y sequedad.
Una disminución en la velocidad del viento permitió que los aviones de extinción de incendios en los tres países más afectados intensificaran las descargas de agua, concentrándose en las zonas de incendio existentes en lugar de ir tras los frentes de rápido movimiento. Las autoridades advirtieron que es probable que