La Parada, localidad del municipio Villa del Rosario, en el departamento Norte de Santander, en Colombia, no solo es un gran terminal a cielo abierto o una zona comercial adonde acuden cientos de venezolanos a hacer sus diligencias, también es un punto donde convergen a diario más de 100 migrantes con dirección a Chile, Ecuador o Perú.

Muchos llegan al pueblo fronterizo con el estado Táchira de la mano de un “asesor” que aborda a los pasajeros en las cercanías al puente internacional Simón Bolívar, lado colombiano, o hacia las casillas de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN).

Los que conocen la zona evaden al asesor y llegan directo a las oficinas donde venden los pasajes. “El autobús llega hasta Ipiales (en el suroriente del departamento de Nariño). De ahí deben hacer t

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