El impulso económico de Europa prácticamente se detuvo en el segundo trimestre, lo que alimenta las dudas sobre la capacidad de la región para sostener la recuperación. Según Eurostat, el PIB de la zona euro apenas creció un 0,1% entre abril y junio, en línea con la lectura preliminar, mientras que la Unión Europea en su conjunto avanzó un 0,2%.
El frenazo contrasta con el sólido arranque de año, cuando la eurozona creció un 0,6% gracias al tirón de las exportaciones. En el mismo periodo, la economía estadounidense aceleró un 0,7%, dejando atrás la leve contracción del primer trimestre. En términos anuales, el bloque europeo avanza un 1,4%, frente al 2,0% de EE.UU.
Desempeño dispar
Bajo la superficie, las divergencias nacionales son marcadas. España lideró el crecimiento con un 0,7%, se