La dolorosa muerte del joven senador Miguel Uribe Turbay se produce en un momento especialmente complicado para Colombia. El país se encuentra polarizado. La gestión de Gustavo Petro ha sido mediocre. El Presidente y el Gabinete Ejecutivo han creado a lo largo de estos años una atmósfera caracterizada por la incertidumbre y la improvisación. Es un Gobierno impredecible. El jefe del Estado pelea con miembros de su tren Ejecutivo, incluida la Vicepresidenta, frente a las cámaras de televisión. El plan de Paz Total, una de sus principales consignas durante la campaña electoral, se encuentra averiado por todos lados, especialmente luego del atentado contra Uribe Turbay.
A este complicado cuadro hay que agregar el polémico juicio contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, que ha exacerbado la