Hormigas en las magdalenas y comida de baja calidad; castigos sin juegos de agua pese a las altas temperaturas; o malas contestaciones a los niños y actividades poco preparadas. Esto es lo que algunos padres y madres aseguran han vivido sus hijos en el campamento urbano de verano en Toledo este año. Algunos, además, han presentado escritos en el Ayuntamiento para quejarse del servicio.
Uno de estos padres, que prefiere mantener su anonimato, ha asegurado a La Tribuna que el servicio ha tenido una "organización fatal" porque, en algunas ocasiones, "han dejado a los niños realizando actividades deportivas a pleno sol a las 11:00 de la mañana", durante el transcurso de la ola de calor, ya que sus dos hijos han formado parte del último turno del campamento (del 1 al 14 de agosto en el CEIP Al