Desde niño vivió en el distrito de Montero, una de las últimas paradas de los peregrinos que van en busca del Señor Cautivo de Ayabaca que, según la historia, es considerada una “Obra de Ángeles”.
Para Gerardo Cabrera Campos , esto fue impactando en su ser, al verlos llegar heridos, cansados o descompensados, pero con resistencia y mucha fe en la búsqueda del “Rey de Reyes”, que hoy ha plasmado en su libro “La ruta de los Cautivos” , una crónica sobre el origen de la fe por el Cristo de Ayabaca, una de las festividades más populares y dolorosas del Perú.
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“ Mi abuelo Maximiliano Campos Chininín me contaba la historia legendaria del Cautivo; por ejemplo, que su escultura fue hecha por ángeles con un madero de