El pueblo de Roncal volvió a llenarse de vida, color y emoción en el tercer día de sus fiestas patronales . El viernes celebraron su jornada más significativa: el día grande, marcado por el emblemático baile de la bandera. A pesar de las temperaturas históricamente altas, los vecinos se ataviaron con sus mejores galas y, a las 13.00 horas, se congregaron en la iglesia de San Esteban para asistir a una misa multitudinaria, donde resonaron cánticos afinados que conmovieron a muchos asistentes, algunos de los cuales no pudieron contener las lágrimas.
Al finalizar la misa, hicieron su aparición los roncaleses y roncalesas que este año cumplen –o han cumplido– 18 años , vestidos con los trajes tradicionales del municipio, propiedad del Ayuntamiento y prestados anualmente, perpetuando la