La presión internacional sobre instituciones culturales británicas ha escalado tras la reciente petición de un grupo de parlamentarios para que la Royal Opera House y el Royal Ballet de Londres reconsideren la participación de la soprano rusa Anna Netrebko en sus próximas temporadas.

En la carta enviada a los directivos de ambas entidades, los legisladores subrayaron que la artista “ha sido una de las más prominentes partidarias de Vladimir Putin en el mundo de la cultura”, y advirtieron que su presencia en Londres podría interpretarse como una validación tácita de las políticas del Kremlin. En la carta, los parlamentarios británicos recalcaron: “Netrebko nunca ha repudiado a Putin ni ha condenado sus crímenes de guerra”.

La misiva, firmada por miembros de la Cámara de los Comune

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