El Liverpool inicia la Premier League con una sufrida victoria por 4-2 ante el Bournemouth, que logró igualar un 2-0 en contra antes de recibir dos goles en los minutos finales y sumar su séptima derrota consecutiva en Anfield.

La emotiva interpretación previa del You’ll Never Walk Alone cobró aún más significado tras el trágico fallecimiento de Diogo Jota y su hermano André Silva.

Después de un minuto de silencio impecablemente respetado, el renovado equipo campeón del DT Arne Slot ‒con cuatro debutantes en la Premier League‒ salió al campo con mucha intensidad.

Mohamed Salah probó suerte con un característico disparo con la zurda que Đorđe Petrović logró desviar, antes de que el egipcio asistiera a Virgil van Dijk, cuyo remate de cabeza se fue por encima del larguero.

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