Primo Rojas no solo es un actor, es director, dramaturgo, un cronista que va recogiendo historias, imágenes y frases para llevarlas al escenario. Durante cuarenta años, ha desarrollado una forma de hacer teatro que no necesita escenografías complejas, ni efectos, ni grandes producciones. Lo suyo es el cuerpo, la palabra, el gesto, la respiración y el humor. Un humor cargado de sutileza, con declinaciones suaves, con curvas amables y giros virtuosos, pero también crítico y con un punto de vista claro.
En Las botas del tío Manuel , no solo narra la historia de su tío, sino que la toma prestada, la reescribe, la convierte en relato coral con figuras que encarnan a ese colombiano común. La historia gira alrededor de un abuelo campesino que, tras enviar a sus hijas a estudiar a la ciuda