Si el infierno existiera, su imagen sería similar a la que se está viendo en España este verano. Asediada por las llamas. Sin embargo, en , de ese denso humo y de un calor insoportable han estado, una vez más, los agentes de la Guardia Civil. "Hemos puesto toda nuestra alma sin mirar el reloj" , relata uno de estos efectivos en declaraciones a LA RAZÓN. Lo más duro ha sido ver como el trabajo de toda una vida ha acabado siendo ceniza y han tenido que contener las lágrimas con auxilios que están grabados en su memoria.
Los funcionarios llevan trabajando sin descanso desde los primeros minutos en los que las llamas se hicieron visibles. En concreto, este medio ha hablado con los agentes que han prestado su servicio en el incendio de Vilardevós (Ourense) y en otro de León , donde se ha