En un hecho sin precedentes, México, Guatemala y Belice establecieron oficialmente el Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya, considerado el más grande del mundo en su tipo. El proyecto busca preservar y restaurar 5.7 millones de hectáreas de ecosistemas y patrimonio cultural en el corazón de Mesoamérica.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo firmó el acuerdo junto a Bernardo Arévalo de León, mandatario de Guatemala, y John Antonio Briceño, primer ministro de Belice. Con esta iniciativa trinacional, los tres países se comprometen a coordinar esfuerzos de conservación, impulsar el turismo sostenible y proteger tanto la biodiversidad como las comunidades que habitan en la región.
El corredor se convierte en una de las reservas bioculturales más extensas y ambiciosas del planeta, con el