Prioro tiene una Catedral, la de la lucha en la montaña, y una cuna, la de la trashumancia, que es la lucha por la vida. Y en el corro de lucha se nota, la hierba del corro absorbe toda esta esencia. Se nota en cada segundo, en cada caída. Ayer hubo un momento muy especial, en la final de semipesados, cuando el luchador local Rodri sacaba una cadrilada a Adri el de Villavente, que se notó cómo todo el corro iba empujando al alimón con La Perla. Primero por cómo subía hacia el cielo al de La Sobarriba, después porque el aplauso de la grada, de su pueblo, iba creciendo con la misma potencia que subía la cadrilada. Para coincidir la llegada al suelo con la ovación más cerrada de la tarde, en La Catedral de su pueblo. Y ya no os cuento cuando unos segundos más tarde Rodri remató la tarde, el c
Corro de Prioro (m): La Catedral acoge a un navarro fiel a los suyos, a su Perla lcal y a un kamikaze de gesta grande

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