Es un tipo tan singular que tengo mis dudas que pasara con éxito el método Waserman  si se le aplicara. Se llama José Pablo López y es la persona que el entramado sanchista más radical eligió para manejar antidemocráticamente RTVE; tampoco había otros que se prestaran a un juego que no puede durar mucho.

Él es el responsable directo de los dislates diarios que se perpetran en la caja tonta pública, sin que los trabajadores de esa casa se hayan levantado en negro (ni en verde) contra la manipulación, dislates y la fábrica de bulos (y su repetición) en que se ha convertido la radiotelevisión estatal pública y que cuesta un riñón y parte del otro a los contribuyentes, incluyendo aquella legión que han decidido desconectar la fábrica de manipulación intolerable ya sea en los programas de la mañana, el mediodía, la tarde o la noche.

La oposición política lleva perdido un tiempo precioso sin llevar esa  «singularidad antidemocrática» a las instancias europeas que, dadas las circunstancias políticas internas, es donde debe sustanciarse el asunto; al menos a nivel de códigos éticos/democráticos. Lo de su Consejo de Administración es un monumento al sectarismo , al pago de favores, al gasto prescindible.

Lo del programa de La Cometa en beneficio exclusivo para Javier Ruiz y allegados, tendrá que ser explicado en sede parlamentaria.

Dentro del paisaje sanchista no desmerece, por cuanto el todavía presidente del Gobierno oficia óperas bufas y el personaje que nos atiende hace coro a cualquier desvarío que emana del poder. De hecho, se ha granjeado ya un titular entre los profesionales de la Casa que ni siquiera me atrevo a repetir, pero tiene que ver con su teórico lobby en ejercicio.

En realidad, este malagueño de pueblo está en las cosas del comer televisivo porque un ingenuo navarro llamado Alejandro Samanes tuvo otrora la feliz idea de cooptarle de un oscuro despacho de leguleyo de cuatro suelas para encaramarle al staff   de Trece Televisión .

Este José Pablo (de la nada sustancia) ahora mismo es el responsable de perpetrar audiencias con un coste que ninguna televisión se puede permitir. No hay equivalencia entre shares (de los que tanto presume) cuando se tiene acto seguido la cifra de lo que ha costado… al contribuyente. Esto es, dinero público; dinero sagrado que este tipo utiliza a su antojo y con prepotencia.
Hace unos días hablo de «pedos», literal. Y se quedó tan ancho. Debía referirse a sí mismo, porque, en efecto, José Pablo López, es el gran pedo sanchista con un coste colosal. Pedo y bluff .

¡Menudo cóctel!

P.D. No quiero entrar en otras materias de tipo personal (digamos) que reflejarían bien a las claras el nivel y el perfil psicológico del nuevo estadista   de El Pirulí… Pero ¡entraré! Quizá mucho antes de que Sánchez sea mandado democráticamente al averno. Lo que tiene que hacer perentoriamente o, de lo contrario llevarle ante los jueces, es no maliciar las cifras y a cada aumento de share,  si lo hubiere o hubiese, anotar el coste económico para que los ciudadanos puedan discernir si es un genio televisivo o un auténtico embuste como su jefe.