Los sindicatos dicen que las estadísticas oficiales, que no notifican ni un fallecido en 2024, no capturan la dimensión del fenómeno. Otros países europeos sufren el mismo problema

Se repite cada verano. La muerte de alguna persona mientras estaba trabajando en un momento de calor intenso llega a los titulares. La última vez, esta misma semana en Alcarràs (Lleida), donde un temporero falleció por “insuficiencia cardiorrespiratoria aguda en el contexto de estrés por calor”, según el informe forense preliminar. Pero pocos de estos casos acaban en la estadística de muertes de empleados por calor que elabora el Ministerio de Trabajo . Aunque un vistazo a la hemeroteca apunta a lo contrario , el recuento oficial no recoge ni un fallecido en todo 2024. Algo que los expertos en salud laboral

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