He estado en muchos foros donde se discuten temas fundamentales: leyes que pueden cambiar vidas, propuestas que buscan justicia, proyectos que merecen ser escuchados. La gente que sube al estrado conoce su tema, domina las cifras, entiende el contexto. Y sin embargo, no logra conectar.

Saben lo que quieren decir… pero no saben cómo decirlo.

Y cuando eso pasa, el mensaje se diluye, el impacto se pierde, la audiencia desconecta.

No se trata de dramatizar ni de fingir emociones. Se trata de darle alma a lo que se dice. De recordar que las ideas necesitan ritmo, presencia, estructura… y sobre todo, intención comunicativa. Porque no basta con hablar bien: hay que hacer sentir.

No es falta de tiempo. Es falta de entrenamiento.

Hay quien sube con la mejor intención, pero se refugia en sus ap

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