“Ya no merece la pena” . Esto fue lo que le dijeron sobre Sámbalo a Marian Ibáñez , fundadora de la Asociación Protectora Dogs Life . Era un dogo argentino muy corpulento, con un pelaje blanquecino, un morro ferozmente grande, y sin una familia a la que acompañar. La primera vez que le vio en el evento ZaraPeluda —un encuentro pro adopción de perros y gatos — tenía tan solo cuatro años y “daba miedo”. Pero fue amor a primera vista.
Marian pasó mucho tiempo pensando en Sámbalo hasta que, más de siete años después, sus caminos volvieron a juntarse. Él, antes tan vigoroso y jovial, se había convertido en un perro irreconocible arrastrado por las huellas de un cáncer terminal. “Yo lo conocí tal y como era él, en su esencia. Y cuando me lo llevé a casa, era otro perro”, rec