La Catedral de Westminster, uno de los templos más emblemáticos del Reino Unido, enfrenta una situación alarmante que pone en entredicho su santidad y seguridad. Las misas dominicales, tradicionalmente espacios de recogimiento espiritual, se ven ahora alteradas por la presencia de traficantes de drogas que operan en plena luz del día.
Según reportes del diario The Sunday Times , individuos vinculados al comercio de sustancias ilegales como cocaína, heroína y spice realizan transacciones en los escalones del templo, generando un ambiente de intimidación y zozobra entre feligreses y vecinos
La cercanía de escuelas y la alta densidad residencial en esta zona de lujo multiplican los riesgos, especialmente para los más vulnerables. Ethal Bram, feligresa de 79 años, declaró: “Ya no siento