El discurso compartido de 13 minutos entre Putin y Trump sin anuncios concretos ni respuestas a los periodistas fue el corolario de una histórica cumbre que el mundo entero siguió en vivo pero que no dejó grandes definiciones sobre cómo avanzarán las negociaciones sobre el mayor conflicto bélico de la actualidad.

Hubo gestos de cordialidad, sonrisas, palmadas en la espalda y hasta halagos, pero estuvieron ausentes los detalles de los supuestos “progresos” a los que ambos mandatarios llegaron durante las casi tres horas de reunión que compartieron junto a sus principales funcionarios.

Desde la previa el encuentro se planteaba complejo: las diferencias en las condiciones que quiere impulsar Putin de las que podría aceptar Zelenski son muy grandes. Trump, que tras acercarse al ruso ni bien

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