La licitación de deuda en pesos del miércoles dejó al descubierto un desafío central para el equipo económico: el Tesoro solo consiguió renovar el 61% de los vencimientos, adjudicando $9,1 billones sobre $14,9 billones que liberaba el calendario.
Este resultado arrojó al mercado un excedente de $5,84 billones, creando presión sobre el dólar y el rendimiento de los instrumentos a tasa fija. Para seducir a los bancos, el Gobierno validó tasas de interés superiores a las observadas en el mercado secundario, con un diferencial de entre 50 y 100 puntos básicos mensuales. Sin embargo, tanto entidades financieras como inversores exhibieron una clara preferencia por liquidar posiciones y hacerse de efectivo.
Previo al evento, las autoridades dispusieron límites estrictos de emisión en las Leca