“Mi primera impresión al llegar a Madrid fue horrible. No me gustó nada . Todo era demasiado grande, demasiado rápido. Yo pensé: aquí no aguanto ni cuatro días. Si alguien, en aquel momento me dice que iba a quedarme para toda la vida, no me lo hubiera creído”. Elena Barragán Cardoso relataba de esta forma sus primeros días fuera de su pueblo natal.
En su discurso, la pregonera de la Feria del Emigrante de Monesterio evidenció los retos de la mujer emigrante. Su padre se mostró reacio a su partida. Su madre, la alentó a descubrir su sueño. Quería probar cosas nuevas. Su idea, como la de casi todos lo que marchan de su pueblo, era, realizarse profesionalmente, vivir nuevas experiencias y regresar a casa . Se estableció en Madrid, contrajo matrimonio y creó una hermosa familia. Allí