La cocina es uno de los espacios de la casa que es más difícil mantener en una buena condición de limpieza, pues con frecuencia la suciedad se acumula en los muebles, lo que se genera por la combinación de vapores que se presentan al cocinar y el polvo que normalmente está presente en el ambiente.
Cuando se fríen alimentos o se cocinan a altas temperaturas, se liberan pequeñas partículas de grasa al aire, que fácilmente se dispersan por la cocina . Estas partículas tienden a depositarse sobre superficies como gabinetes, repisas y electrodomésticos, especialmente si no hay una ventilación adecuada o si no se usa una campana extractora. Una vez que la grasa se enfría, se adhiere y forma una capa pegajosa.
Con el paso del tiempo esto acumula polvo, hollín y otras partículas presentes en e