San Roque, protector ante pestes y epidemias varias, ha vuelto a procesionar este sábado por las calles de Cuenca. Este cortejo del 16 de agosto es uno de los cultos más veteranos del catolicismo conquense y, aunque no tiene el cariz multitudinario de otros desfiles, sí que mantiene una fiel base de devotos que este año además se ha incrementado la caer la festividad en sábado.
La imagen ha salido a las diez de la mañana desde su sede canónica del Oratorio de San Felipe Neri para ascender por las calles Andrés de Cabrera y Alfonso VIII hasta la Plaza Mayor. Allí la comitiva ha dado la vuelta para iniciar el descenso por el mismo itinerario hasta el templo de origen, donde se ha celebrado la solmene función religiosa. Al finalizar se han repartido los panecillos, la caridad del santo.
La