Cuatro años después de que los talibanes regresaran al poder, Afganistán sigue manteniendo cerradas las aulas para niñas y mujeres, convirtiéndose en el único país del mundo que les niega el acceso a la educación secundaria y universitaria, algo que los organismos internacionales piden no olvidar.

Según la UNESCO, casi 2,2 millones de niñas están actualmente excluidas del sistema educativo más allá de la primaria, una situación que su directora general, Audrey Azoulay, calificó este fin de semana como «profundamente preocupante».

Desde agosto de 2021, cuando las tropas estadounidenses completaron su retirada del país, las autoridades talibanas han impuesto restricciones estrictas sobre quién puede asistir a la escuela y bajo qué condiciones.

Las escuelas secundarias y universidades para

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