La nueva política monetaria del Gobierno para "secar la plaza" de pesos y mantener constante la cantidad de dinero que hay en la economía persigue como objetivo eliminar la inflación , un fenómeno exclusivamente monetario según la convicción oficial. Sin más pesos nuevos, no habría inflación, sino apenas reacomodamiento de precios relativos.
En un mercado donde se controla la cantidad de pesos, no se puede manejar a la vez la tasas de interés, que "flota como el dólar", remarcó en un streaming el secretario de Finanzas, Pablo Quirno . Típicamente, la tasa de interés refleja la liquidez: cuando hay pesos sobrantes la tasa es baja, porque cuesta poco conseguirlos; cuando hay poca moneda, como ahora, la tasa se encarece.
La estrategia elegida provocó ruidos en las últimas