En los últimos días, el gobierno de Estados Unidos ha emitido una serie de declaraciones sobre Venezuela que, lejos de ofrecer salidas concretas a la crisis, han generado más incertidumbre en un país que ya vive entre la pobreza y la desesperanza. Lo más preocupante es que desde Washington se mantienen varias retóricas distintas sobre Venezuela, cada una contradictoria con la otra, causando aún más vacilación. Este vaivén solo debilita cualquier intento serio de generar un camino coherente hacia el cambio.
A esto se suma que, como respuesta a cada gesto de presión externa o discurso altisonante, la represión del gobierno se recrudece aún más contra quienes pensamos distinto. Cada detención arbitraria , cada acto de censura y cada amenaza contra líderes sociales y políticos termina cer