El domingo pasado contra Racing, Boca dejó de jugar muy mal, como lo venía haciendo, y pasó simplemente a jugar mal. ¡Un progreso! Eso hizo que bajara el nivel de la discusión sobre la eventual continuidad de Miguel Ángel Russo, acuciado por los malos resultados, el mal funcionamiento del equipo y los rumores sobre un deterioro en su salud. Si por alguna de esas tres razones –u otras– Russo se va de Boca, ¿quién vendría? O, dicho de otro modo: ¿quién es hoy un gran entrenador de fútbol? O, más aún: ¿qué es hoy un director técnico?

Russo, junto tal vez a Gareca y alguno más que ahora olvido, es el último de los entrenadores a la antigua, que toma mucho de los de la generación anterior, la de Bilardo, Veira, Basile o Menotti (con las obvias diferencias de estilo y capacidades). Esa figura d

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