Barcelona La revolución de la inteligencia artificial (IA) ha llegado a la administración. Ya hace unos años que el sector público empezó a incorporar herramientas de procesamiento masivo de datos, pero la aceleración de estas tecnologías abre ahora nuevos horizontes: por ejemplo, para pillar corruptos, detectar fraude fiscal, ayudar a los contribuyentes a hacer la declaración de la renta o multar a quien no lleve la etiqueta ambiental al coche escaneando su matrícula. Algunos de estos mecanismos forman ya parte del día a día de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria, la Seguridad Social o de algunos ayuntamientos. Otros apenas empiezan a tomar velocidad. Es un tema que gana peso en la actualidad política, a raíz de escándalos como el caso Cerdán o Montoro, pero también los i
Pillar corruptos, detectar fraude o ayudarte con el IRPF: los nuevos usos de la IA

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